domingo, 13 de mayo de 2007

www.fortea.us
www.fortea.ws
www.sermonario.com
http://blogdelpadrefortea.blogspot.com/
http://elasesinoeraelcriado.blogspot.com/

12 comentarios:

sheila dijo...

Me gusta esta idea

angel dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
angel dijo...

hola

angel dijo...

hola Sheila ¿que tal estás?

angel dijo...

¡que bien, pero esto lo tenías que haber hecho desde el principio!.

Saludos al venerable anciano.

angel dijo...

Me voy en sabado santo y rezo.

anonimo dijo...

Sábado, Fiesta del Corazón Inmaculado de María.

Hijos míos, Mi Corazón Inmaculado vuelve hoy hasta vosotros para deciros que mi Amor de Madre nos os puede abandonar a este mundo de pecado, nos os dejaré nunca mientras haya uno sólo de mis hijos que necesite de mi ayuda para regresar al único camino que conduce hasta de Dios.

Hijos míos, hoy Mi Corazón está traspasado por una espada de dolor, por tanta ausencia de amor, por tantos crímenes, por tanta sangre inocente derramada, por tanto culto a Satanás. Satanás os está llevando al vacío y a la desesperación, al suicidio, al crimen y a la violencia, aún siendo muy jóvenes.

Soy vuestra Madre y os amo tanto, que vengo a deciros con mis brazos extendidos hacia vosotros, que deseo cogeros a todos en ellos, deseo abrazaros en mi regazo para poder desterrar de vuestro corazón toda la violencia, la ausencia de amor, la falta de fe y esperanza que lleváis en vuestro corazón.

Mi Corazón Inmaculado es el camino seguro hasta el Corazón de Mi Amado Hijo que os está llamando para que le abráis el vuestro, y así poder perdonar vuestros pecados y curar vuestras heridas para que podáis ser reconducidos por la auténtica senda de la vida que conduce hasta el Cielo.

Hoy en este tiempo tan sumamente arraigado en el pecado, mi Hijo Jesús y Yo, recorremos el Mundo entero, cada una de vuestras casas ¡abridnos las puertas! y nos quedaremos a vivir con vosotros, en vuestros propios hogares como en la Casa de Nazaret, donde vivimos los Tres como modelo de Sagrada Familia, y que hoy está destruida completamente, familias echas pedazos, pedazos de pan separados, sin amor, sin comprensión, hijos con falsos amores compartidos.

Hijitos míos, volveos hacía nosotros y os enseñaremos a hacer que vuestros hogares sean cómo el que fue, el Mío en Nazaret, lleno de amor, de comprensión, de ternura y también de sufrimiento, pero con la gracia de vuestra Madre hijitos míos, podréis salvaguardar vuestras familias y que todos permanezcáis unidos, sin separar a vuestros hijos de la unión de ese amor que forma un solo cuerpo y una sola alma, esa es la fuerza del padre y de la madre para dar el auténtico y verdadero amor a vuestros hijos, y que ellos no tengan que crecer con la carencia del verdadero amor, el amor como resultado de una familia unida, consagrada y salvaguardada por la presencia de mi Hijo Jesús y la Mía. Sólo así podréis conseguir llegar a la meta sin que vuestro matrimonio se quiebre sin apenas haber empezado a caminar.

Os bendigo a todos hijitos míos.

Os quiero a todos en el Corazón de Mi Hijo y en el de vuestra Madre.
¡Abridnos vuestras casas y nos quedaremos con vosotros en ellas!

anonimo dijo...

Uff¡¡¡
En esta casa cuesta mucho entrar porque hay cerrojo.

Señor/a quite el cerrojo por favor, para que Dios pueda entrar en este blog-casa.

anonimo dijo...

El Padre nos ama con infinita ternura, El nos conoce, sabe como somos, conoce todo de nosotros y nos ama, El sabe de nuestras tristezas, de nuestros pecados, sabe hasta donde somos capaces de llegar y hasta dónde no. Y sin embargo, El nos quiere tal y cómo somos, con nuestras debilidades, con nuestros pecados, con nuestro sufrimiento, hasta con la dureza de nuestro corazón, El nos ama así.

El no nos pide que hagamos grandes cosas, nos pide únicamente que pensemos en El como un Padre, un Gran Padre, muy Grande, con las manos muy grandes para cogernos a todos, jugar con nosotros y acunarnos en su regazo.

El es así, el Gran Padre, dispuesto siempre a amarnos, a perdonarnos, a corregirnos, y a veces ni eso, hay cosas que ni siquiera nos la reprocha porque sabe que nos superan, que nosotros solos no podemos con ellas porque somos muy pequeños. Pero El lo sabe y nos ama así, si nosotros le amamos a El, irá quitando poco a poco lo que no le gusta, no nos pide grandes cosas, sólo que le amemos, que nos dejemos guiar por El, que nos pongamos a su servicio, El es así de bueno.

Sus manos son enormes para coger a todos sus hijos, a todos los que quieran regresar a El.

El nos ama porque nos ha creado y por eso nos conoce, conoce también el dolor que ciertas situaciones y personas, nos han causado a lo largo de nuestra vida y han abierto una herida en lo más profundo de nuestro corazón, y El lo sabe, El es el único que sabe cuanto daño han hecho a nuestro corazón, por eso El viene hoy a decirnos, ven hijo/a Mío, Ven que Yo voy a sanar todas tus heridas, las de dentro y las de fuera también. El será nuestra fuerza cuando nosotros ya no la tengamos.

El nos dará su Corazón cuando la vida nos lo haya roto una y otra vez, El será nuestra alegría cuando sólo nos quede tristeza en el alma, y volveremos a sonreír y a creer en el ser humano y en la vida, porque El nos enseñará a vivir la nueva vida, la Vida de Dios en cada uno de nosotros y ya no volveremos a sentir soledad, nunca, nunca volveremos a estar solos, porque El es el Gran y Eterno Padre y siempre estará con nosotros.

¡Vayamos todos a El que nos ama tanto!

anonimo dijo...

Dios tiene hambre de ti, necesita de ti, de tu amor, de tus miradas, necesita de tu cariño.
Dios te echa de menos y por eso te llama, te llama a vivir una vida de amor dentro de la pequeñez y la confianza, pero unido a El.

El necesita de ti, necesita que tú le cuentes tus cosas porque nadie le habla, sin embargo El es la Palabra. También el necesita de tus palabras, quiere escucharte y que le cuentes lo que te ha pasado hoy, cuéntaselo, El está deseando oírte y ayudarte.

Necesita que te acuerdes de El, Dios se siente sólo, la mayoría de sus hijos están tan ocupados que se han olvidado de El, es cómo el hijo que abandona la casa paterna y ya no vuelve a visitar a su padre y se olvida hasta de llamarle por teléfono.

Eso mismo le pasa a El, quiere que le llames, no tienes que hacer ningún esfuerzo físico, como es coger un teléfono y marcar un número. Con sólo llamarle El te escuchará ya que en el Cielo no hay teléfono.

Dile solo: Papá, ¿cómo estás? Y luego El te dirá, hijo cuéntame tus cosas, todas, cuéntame lo de tus hijos, si, ese que te trae de cabeza porque no haces carrera de él, cuéntaselo a tu Padre, tenemos línea directa entre en Cielo y la Tierra, El ha bajado el Cielo a la tierra todavía más, para que le puedas tener mas cerca, para que le puedas oír mejor desde tu corazón.

Cuéntale todo, todo, lo bueno y lo malo, lo grande y lo pequeño, lo material y lo espiritual. Háblale de tu soledad dentro este mundo abarrotado de tanta gente, y a pesar de eso te encuentras solo, y claro te deprimes porque Dios nos ha creado para amar al prójimo y cómo en este mundo casi no queda amor, te sientes muy solo, cuéntaselo también a El.

Luego, dile que quieres conocerle mejor y que estás dispuesto a amarle, díselo con el corazón, no solo con los labios, El escucha mejor a tu corazón. A El lo que le gusta son los corazones, corazones dispuestos a recibir su amor.

Dispón tu corazón a recibirle y El hará morada en ti, pero cuéntaselo todo, todo, todo…
También aquello que te avergüenza tanto y que no puedes sacar porque es muy feo, cuéntaselo a tu Padre y El te escuchará.

anonimo dijo...

¡Quite el cerrojo, que nos cuesta mucho entrar!

anonimo dijo...

Cuanto nos quiere Juan Pablo II, cuanto amó y ama a su Iglesia, a su amada Iglesia, la Iglesia de Pedro.

Juan Pablo, hoy tus ojos vivarachos y picarones nos miran constantemente a través de lo que une al Cielo con la Tierra, el amor, claro.

Como poder olvidar tu hermosa sonrisa que nos animaba a seguir adelante y que nos decía: No tengáis miedo ¡Abrid las puertas a Cristo!

El, hoy nos dice también que abramos las puertas a Cristo, las del corazón y las de nuestros hogares.

Juan Pablo eres maravilloso, cariñoso, humano, sensible y humilde, y también lo haces muy bien como cuidador infantil.

Dios te dotó de tanta sabiduría, derramó tanta gracia en ti que te sobraba, para que pudieras desde el Cielo seguir derramándola en la Tierra.

Te quiero Fray Sonrisa, no nos dejes nunca por favor.

Cuida del nuevo Padre de la Iglesia Benedicto XVI que sigue tus hermosas huellas, las huellas del Pescador, navegando por el mundo entero viento en popa a toda vela, como tú hiciste y como mucho antes lo hizo “El Pescador”, “El Pescador de hombres”.

Gracias por seguir con nosotros ayudándonos a seguir las huellas de las Sandalias del Pescador.


BENEDECTO XVI >< + >< JOAN PAULO II